TRABAJO MANUAL
En el trabajo manual el operario se involucra totalmente en el proceso;
realiza un muestreo continuo del proceso de trabajo tratando de ejecutar las
secuencias de éste y procurando cumplir un plan que tiene memorizado.
Su capacidad de ejecutar una tarea exige un completo conocimiento del
procedimiento y un correcto entrenamiento físico de los músculos que deben
intervenir, con el ritmo y la cadencia adecuada, para optimizar la ejecución
del proceso.
Absolutamente todos los procedimientos de fabricación tienen su origen en
trabajo manual.
TRABAJO
MECANIZADO
La capacidad productiva del ser humano dio un importante salto cualitativo
cuando comenzaron a incorporarse las máquinas a los procesos de fabricación, es
decir cuando el trabajo empezó a ser trabajo mecanizado.
En el trabajo mecanizado disminuye significativamente la implicación del
obrero; la destreza necesaria del operario es mucho menor porque la máquina
facilita el procedimiento de fabricación, independizándola parcialmente de la
acción del trabajador.
Eso implica que se puedan acometer procesos de fabricación de mayor
envergadura y que la capacidad productiva de la humanidad avance notablemente.
En estos procedimientos la labor del operario consiste en gestionar el
proceso, saber el orden en que se deben suceder las distintas fases y conocer
los materiales, útiles, herramientas y máquinas necesarias para poder llevar a
cabo cada una de las fases. La principal tarea y responsabilidad del trabajador
es propiciar y garantizar que el proceso productivo se desarrolle según la
secuencia de acciones previstas y en las condiciones proyectadas.
TRABAJO AUTOMÁTICO
El siguiente avance consistió en el trabajo automático, en el que las
máquinas se adaptan a un programa de acciones concatenadas previamente
diseñado. En estos casos la labor del trabajador consiste en preparar los
útiles que va a ir solicitando la máquina para agilizar el proceso.
Las primeras automatizaciones de secuencias de trabajo se hicieron basándose en elementos mecánicos (árboles de levas), aunque pronto se empezaron a desarrollar nuevos soportes donde almacenar la información de los procesos de fabricación y se incorporaron circuitos eléctricos, neumáticos e hidráulicos, que eran mucho más versátiles, para después continuar con automatizaciones cada vez más flexibles cuando se generaliza el uso del control numérico.
Las primeras automatizaciones de secuencias de trabajo se hicieron basándose en elementos mecánicos (árboles de levas), aunque pronto se empezaron a desarrollar nuevos soportes donde almacenar la información de los procesos de fabricación y se incorporaron circuitos eléctricos, neumáticos e hidráulicos, que eran mucho más versátiles, para después continuar con automatizaciones cada vez más flexibles cuando se generaliza el uso del control numérico.
En la actualidad estamos en el momento de los autómatas programables, en
donde el proceso de trabajo de un conjunto de máquinas herramientas se realiza
programando una serie de órdenes codificadas. Eso hace posible que se puedan
modificar los procesos de fabricación drásticamente y a gran velocidad, sin más
que modificar los parámetros de las órdenes de programa.
TRABAJO
AUTOMÁTICO INTEGRADO
El futuro que estamos alcanzando
consiste en integrar todas las funciones productivas en un gran sistema de
control para alcanzar la fábrica automática integrada. En ella las máquinas
pueden almacenar, no sólo información generada por el operario e instrucciones
de trabajo, sino que también pueden alcanzar la capacidad de reaccionar ante
situaciones imprevistas.
Para ello deben estar provistas de
captadores que puedan transmitir magnitudes e informaciones diversas, y de
controles adaptativos ante situaciones imprevistas, con lo que cada vez más
los procesos de fabricación se van independizando de la acción del hombre.
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